7.5.12

PAUL WINTER CONSORT:
"En directo en España

Muchos grupos y artistas, de diferentes estilos musicales, han afirmado que el público español es uno de los más calurosos y agradecidos a la hora de arropar las interpretaciones en vivo. Algunos incluso preferían comenzar sus giras en nuestro país, lo que podía servir como una especie de termómetro de lo que les esperaba en otros lares. Las conocidas como 'músicas del mundo' siempre han contado con multitud de festivales y ciclos por toda España, así como en su momento los artistas del mundillo de las nuevas músicas. Abarcando ambas denominaciones y alguna más (jazz, bossa nova o incluso flirteando con la música de cámara), el saxofonista norteamericano Paul Winter llevaba décadas transitando por multitud de escenarios mundiales cuando en 1992 llegó a 'la piel de toro' por tercera vez con su grupo, el Paul Winter Consort, en una gira especial y multitudinaria que acabó originando un disco glorioso, alabado y premiado, cuya edición primaria, editada por Ediciones Resistencia en 1993, contaba con un definitorio título en español: "En directo en España". Nuestro país se había convertido en uno de sus lugares favoritos para tocar, y los teatros que acogían los espectáculos se adecuaban maravillosamente a las intenciones de esa música dinámica y jubilosa característica del Paul Winter Consort.

La formación del Consort para esta populosa gira era una auténtica delicia que ha pasado a la historia de las nuevas músicas: al saxo soprano de Paul Winter se unieron Paul Halley (piano), Eugene Friesen (violonchelo), Rhonda Larson (flauta), Glen Vélez (percusiones), y una novedad en la búsqueda de las notas graves, la presencia de un contrabajista, Eliot Wadopian. El resultado está envuelto por esa energía telúrica, mágica y saludable, que desprende en directo el Consort y que conecta fácilmente con un público entregado de principio a fin. Así, compartiendo el júbilo, se entiende la razón primera de su música, de esa celebración de la vida que es cada disco del Paul Winter Consort. En estas condiciones, la propuesta que Sonifolk -para su sello Lyricon- presentó a Winter para grabar un disco en directo, no sólo era viable sino absolutamente necesaria. La compañía puso a disposición de la banda la última tecnología digital de grabación de la casa Yamaha, y el músico de Pensilvania se reservó el derecho de seleccionar los temas a incluir. Destaca entre estos Paul Halley como compositor, ya que cinco de los cortes son exclusivos suyos, dos de su excelente disco en solitario "Angel on a Stone Wall" (las melódicas "Montana" y "Todo mundo"), "Appalachian Morning" (corte movido, de aires tropicales, incluído en el trabajo del Consort "Earth: Voices of a Planet"), la dulce, relajante y maravillosa "Winter's Dream" (del álbum "Sun Singer") y una composición nueva, escrita especialmente para esta gira, que supone uno de los grandes momentos del espectáculo: "Fare Well" es, como su nombre indica, una despedida, un homenaje a la flautista Rhonda Larson, que dejaría el grupo tras esta gira de 1992 para dedicarse a su carrera en solitario; de hecho, la interpretación en el Teatro Falla de Cádiz, que es la que se escucha en este álbum, fue la última de Rhonda como miembro activo del Consort, y en ella quedó impresa una especial emotividad. En la extraordinaria cohesión de la banda, donde cada instrumento posee su personalidad e importancia, por lo general las melodías principales se acometen con los instrumentos de viento, con un cierto dominio del saxo soprano sobre la flauta, si bien ambos nos ofrecen espectaculares clímax cuando dialogan entre sí (por ejemplo en la comentada "Fare Well"). El violonchelo de Eugene Friesen aporta una mayor impronta en su única composición propia del disco, "Spanish Angel", que no es sino la adaptación para la ocasión de "Bright Angel" (originaria del álbum "Canyon"), inspirada no sólo por su experiencia en el Gran Cañón sino por el recuerdo de haber escuchado a Paco de Lucía en una anterior visita a nuestro país. También a "Canyon" pertenece la pieza que abre este concierto privado, "River Run", que pretendía reflejar la experiencia de un emocionante rafting. El momento de gloria para ese gran percusionista que es el mexicano-americano Glen Vélez llegaba en cada evento cuando desplegaba su gama de utensilios, pero en el Teatro Monumental de Madrid, con muy buen tino, se hizo acompañar de otro mítico percusionista patrio, Pedro Estevan (que formara La Orquesta de las Nubes junto a Suso Sáiz y María Villa), para sorprender al personal en lo que acabó titulándose "Duet for Two Percussionists". Otras dos improvisaciones reflejadas en esta suerte de compilación son "Música para una noche de domingo en Salamanca" (un tipo de título fácil que no era nuevo para Winter, pero que enorgullece sin duda al público salmantino) y "Blues for Cádiz", que cierra el álbum de forma sorprendente. Antes disfrutamos de "Dancing Particles" (otra gran composición para "Sun Singer") y el momento relajante y maravilloso que supone "Suite from the Man who Planted Trees", de ese emotivo y enormemente satisfactorio álbum que es "El hombre que plantaba árboles", que ya había sonado anteriormente en este directo -en concreto "Oak Theme"- como preludio de "Todo mundo".

Un capítulo aparte merecen los agradecimientos del disco: a Doreen Metzner, Rodolfo Poveda (director del programa de Radio 3 Trópico Utópico, el primero en hacer sonar esta música en España), Ramón Trecet ("verdadero paladín de la causa de la música vital, quien lleva años presentando nuestra música ante muchos millares de personas de toda España con su famoso programa de radio Diálos 3 en Radio Nacional de España"), Julio Martí, José de la Fuente, Coro Acarreta, Pedro Vaquero, Angel Romero, Lara López y un largo etcétera que no sólo incluye al personal de Living Music sino además a Yamaha, a los propios músicos y, cómo no, al público que siguió esta maravillosa gira española de 1992 por Barcelona, Valencia, León, Vigo, Baracaldo, Salamanca, Madrid, Cartagena, Almería y Cádiz. El éxito del disco y su interés en otros países hizo que "En directo en España" fuera reeditado por Living Music bajo el título de "Spanish Angel", con cambio total en el orden de las canciones y la sustitución del dueto para dos percusionistas por "Almeria Duet", otra improvisación entre esos dos grandes amigos que son Paul Halley y Eugene Friesen, que dejó a Pedro Estevan sin distribución internacional. En portada, un águila imperial, la única ave endémica de la Península Ibérica, escasa y en contínua amenaza. Tras cuatro nominaciones infructuosas, por fin Paul Winter logró su primer Grammy en la categoría new age en 1994 con este trabajo (concretamente con esa edición internacional, "Spanish Angel"). En una nota enviada a Sonifolk expresaba de esta manera su agradecimiento: "Vosotros habéis sido en gran medida los padres de este proyecto y os estamos profundamente agradecidos por haber lanzado 'Spanish Angel'. Queremos compartir los honores de este Grammy con vosotros". Sólo fue el primero de muchos, pero en él se encuentran representados todos los espectadores españoles que alzaron sus aplausos en cualquier ciudad por la que pasó tan excelso grupo.

ANTERIORES CRÍTICAS RELACIONADAS:
PAUL WINTER: "Callings"
PAUL HALLEY: "Angel on a Stone Wall"
EUGENE FRIESEN: "Arms Around You"





12 comentarios:

santi dijo...

No estuve en esos conciertos,pero me hubiera encantado. Seguro que fueron dignos de recordarse.
Gran disco y gran músico,de lo mejorcito en este tipo de música.

Pepe dijo...

Hola, Santi, yo tampoco he visto a Paul Winter en concierto, ni siquiera recuerdo si en alguna de las dos giras anteriores pasó por mi ciudad. Una pena, como bien dices, fueron unos acontecimientos especiales, irrepetibles.

Eduardo dijo...

Recuerdo hace muchos años, que este CD - en una edición especial en caja de cartón - cayo en mis manos en el préstamo de música de la biblioteca de Valencia. Mágico.

Esto también me lleva a otra reflexión ¿Que ha pasado con este tipo de músicas en España? Tengo la sensación que cada vez van a menos, y es mas difícil asistir a cualquier concierto, especialmente si no resides en la capital del reino. ¿Que opinas?

Pepe dijo...

Efectivamente hay dos ediciones, una en digipack, más bonita aunque si no se cuida puede deteriorarse con más facilidad, y otra posterior en caja normal de plástico.

Actualmente ha desaparecido esa fiebre que en los 90 favoreció la aparición de numerosos artistas en nuestro país. Es difícil encontrar las causas, el caso es que la gente se cansó de tanta new age, luego de tanto chill out y al final el mercado se colapsó. Además, hubo un enorme bajón de calidad, incluso en músicos consagrados, lo cual en mi opinión hace que las obras maestras, al menos en cuanto a la new age se refiere, se concentren en la primera mitad de los años 90 (con muchísimas y más que honrosas excepciones).

Afortunadamente, yo he tenido la suerte de que por Zaragoza se han pasado últimamente una buena serie de artistas, así que recuerde de sopetón Wim Mertens, Yann Tiersen, Ludovico Einaudi, Mastretta, Kroke, Loreena McKennitt, Rodrigo Leao, Elefteria Arvanitaki o Michael Nyman (dentro de unos días). Es evidente que Madrid y Barcelona se llevan lo mejorcito (sólo un ejemplo es que Dead Can Dance actuarán pronto en Barcelona), pero me extraña que por Valencia (si es que eres de por allí) no haya este pequeño seguimiento. Suerte para próximas giras, amigo!!

PD: Probaré con la receta del salmorejo.

Jaime dijo...

Decir de ese agradecimiento, que Paul hizo cuando se le concedió el Gramy, hacia ese proyecto español. Pasó totalmente desapercibido en los medios de comunicación españoles (salvo Radio 3, claro), cuando daban las noticias de los premios Gramy (a Sting,....), no concedieron ni 30" a algo que teníamos que ver y era para estar orgullosos (la iniciativa había sido de Sonifolk/ Arpafolk).

Se quiso editar un video en directo y un libro en español, y al final se quedó en proyecto. No hay que olvidar que el disco supuso un endeudamiento de Sonifolk/ Arpafolk, por toda la tecnología que tuvieron que aportar (como dices, la mejor del momento). De esto me habló José de La Fuente (quien citas en los agradecimientos, quien fue uno de los mayores responsables de la iniciativa del disco, y el más interesado en el video y libro).

Pepe dijo...

Tienes toda la razón, todo lo que no es superventas o que determinadas revistas o críticos no destacan, parece que no existe. Eso pasaba hace 20 años, y ahora también.
No sabía que tanta parafernalia llegara a endeudar a Sonifolk, gracias por ese dato, Jaime.

Clari dijo...

seguro que dieron un show muy bueno. Su música me encanta, leí en mublet que darán otro más por los paises al rededores y yo me pregunto.. Cuándo vendrán para la Argentina?

Manuel dijo...

He podido repescar el digipack en una conocida tienda de Internet, pero no trae libreto. Mi pregunta es si el original lo llevaba (no me acuerdo), y en caso afirmativo si alguien amable me lo podía escanear...
Muchas gracias y felicidades por el blog.

Pepe dijo...

Como Paul sigue muy activo, Clari, no hay que descartar conciertos en Argentina, pero realmente parece que en los últimos tiempos no se prodiga mucho fuera de USA. Caramba, son 73 años ya!!

Manuel, yo no tengo el digipack sino el formato normal de CD con caja, y ahí sí que viene el libretillo, supongo que el digipack lo llevaba pero ahora mismo no te lo puedo asegurar.
Si me mandas un email a pepecantoscarnicer@gmail.com te lo podría escanear.

SpiritWind dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
SpiritWind dijo...

Buenas Amigos, yo puedo decir que asistí al concierto de Cádiz en 1992, donde efectivamente se vivió un verdadero clímax musical entre banda y público durante todo el concierto, por más de dos horas y tres cuartos que duró el mismo; con 2-3 bises concluyendo con Blues For Cádiz; una improvisación sobre la marcha inspirándose sobre los aplausos y tras las insistentes palmas por tanguillos que fervorosamente tocábamos el respetable, para mostrarles nuestra admiración y buen hacer sobre el escenario. Guardando la esperanza que volviesen a salir para saludar y tocar la ultima pieza del inmenso repertorio.

De hecho, quedó reflejado en el disco, en los aplausos que se escuchan al concluir "Dancing particles" fusionarse con los aplausos del respetable del coliseo gaditano donde concluiría con ese Blues for Cádiz, nacido de la algarabía y el talento del Consort.

Por tanto, me puedo permitir el modesto lujo de decir que yo también fui participe de ese Grammy tocando las palmas hasta reventar por más de dos minutos... Que fue poco más o menos lo que tardaron en volver al escenario tras sus dos bises anteriores. Concluyendo así el memorable concierto en la tacita de plata.

Pepe dijo...

Envidia me das!! Un gran recuerdo y efectivamente un premio Grammy en tus vitrinas, je je.